miércoles, 5 de mayo de 2004

Camino de Santiago 2004 (Etapas 1-3)


- Día 1. Sábado 24 de Abril de 2004 Roncesvalles - Zizur Menor 55 kms.




Y de esta manera me planté en el día 24 de Abril a las cinco de la mañana que quedé con mi padre para desplazarnos hasta los Pirineos Occidentales, el viaje fue cómodo y rápido (en 4 horas desde Madrid estabamos en Roncesvalles) según me iba acercando me iba fijando en la orografía del terreno ya que todo lo que ahora bajara luego me tocaría subirlo, vi tres o cuatro grupos de bicicletas con alforjas por la carretera con dirección Pamplona lo cual me hizo suponer que el camino no estaba en buenas condiciones (como luego pude comprobar en primera persona) y me tocaría en principio ir por carretera.



Después de un buen desayuno en Espinal -en una especie de Supermercado con bar, que tiene de todo- llegamos a Roncesvalles, en una mañana preciosa con un día soleado en el cual a estas horas (9,30 de la mañana) se estaba deshaciendo la niebla, bajamos a mi fiel compañera del coche, monté todos sus aparejos (bolsa de herramientas, alforjas, cuentakilómetros, etc.) me vestí o mejor dicho me disfracé de peregrino y me dirigí en primer lugar a la oficina del peregrino de Roncesvalles, donde inauguré con el primer sello la credencial del peregrino que días antes había obtenido en la asociación de amigos del camino de Madrid.




La verdad es que fue un momento emocionante ya que esa tensión acumulada después de múltiples preparativos y mucho tiempo empezaba a descargarse viendo que era real, que por fin me encontraba en el inicio de mi objetivo, con algo de nervios eso sí pero deseando comenzar a dar pedales. Me hago fotos en la entrada de la colegiata más alguna en distintos puntos de este precioso lugar, me hice la definitiva del cuentakilometros antes de la partida justo al lado del cartel que indica que estamos en Orreaga/Roncesvalles.




Me despido finalmente de mi padre y comienzo metiéndome por el camino, pero enseguida me doy cuenta que los ciclistas que anteriormente vi que iban por la carretera era por algo, el camino está completamente lleno de barro, es una pena porque la zona por donde discurre entre robles en una pequeña senda y con ligera bajada son una maravilla que invitan a no salirse de él pero el barro y la bicicleta son malos aliados, mas bien son grandes enemigos máxime cuando como es mi caso acabo de cargar la bici con 15 kilos suplementarios, casi todos en el eje trasero y mi experiencia conduciendo bici en estas circunstancias es completamente nula. Sobre esto último he de decir que aunque en un principio las sensaciones son raras al llevar todo ese peso suplementario ahí detrás no me resultó excesivamente complicado adaptarme a conducir la bici en estas condiciones, solo tienes que ser un poco más previsor en las bajadas e ir más despacio (sobre todo al principio, luego al final ya no iba tan despacio) y en llano y subidas a llevar siempre 1 o 2 piñones mas de lo habitual, además de olvidarte de esquivar o mover la bici como lo haces habitualmente ante la presencia por ejemplo de un bache o un obstáculo en tu camino.


Como casi todo es bajada menos los altos de Mezquiritz y de Erro el ritmo es rapidito, además de que el asfalto está en perfectas condiciones, solo me frenan un poco las constantes paradas a hacer fotos en este entorno tan precioso en el que me encuentro, imaginaros, primavera, grandes prados verdes, sol radiante, cielo azulado y limpio, la estampa ideal para no parar de hacer fotos en mi digital. Los altos antes citados se suben bien, sobra un poco de ropa que luego nos ponemos de nuevo en la bajada, subiendo el alto de Erro adelanto a un grupo de cuatro bicigrinas, con las cuales luego en la cumbre coincidiré, son un popurrí entre catalán aragonés y canario les pregunto que donde tienen intención de dormir y me dicen que en Pamplona, yo les indico que quiero llegar por lo menos hasta Zizur Menor y si puedo a Puente la Reina, por lo cual decido pararme poco con ellas, además de que mi idea inicial es ir solo. También en el alto coincido con un aficionado a la bici de montaña oriundo del lugar al cual le pregunto si el camino está bien para transitar por él y su contestación es tajante, "ni se te ocurra" esto me provoca risa por la aseveración con que hace su afirmación, como aunque nacido en Madrid creo que de alguna manera tengo ascendencia maña, pruebo a meterme por el camino que sale 100 m más adelante de donde nos encontramos con el resultado que ya te puedes imaginar, me tuve que dar la vuelta en cuanto pude por una estupenda pendiente al ver el estado en el que se encuentra el mismo, esta claro que el hombre es el único animal que tropieza muchas veces con la misma piedra.
Llego en un momento a Larrasoaña, tras hacerme una foto debajo del cartel que indica muchos kms. todavía hasta Santiago decido meterme de nuevo por camino, tanta carretera me




cansa y como se imagina me vuelve a pasar lo mismo, el camino no está mal, esta fatal hasta el punto que es incluso peligroso ya que hay momentos en los que te encuentras en una estrecha senda con un cortado de 20 metros a tu derecha sin ningún tipo deprotección y con el río con una corriente extraordinaria abajo. Confieso que tuve miedo en algún momento hasta el punto de bajarme de la bici e ir andando por la parte izquierda de la bici por miedo a caerme al vacío.


Hay una cosa que no paro de observar hoy y es que viniendo de una ciudad como Madrid donde nadie te saluda, donde a la gente le cuesta contestar a cualquier pregunta, donde todo es tan impersonal, en ciudades como Pamplona y no digamos ya en localidades más pequeñas, la situación es completamente la contraria, la gente se desvive casi por ayudarte en cuanto preguntas cualquier cosa o solicitas una ayuda para algo, ¡¡ cuanto nos queda por aprender !!
Pues nada, suelto mis cosas y voy corriendo a ducharme y asearme, hago lo propio y al acabar y estar atando mi bici donde me indicó Maribel veo que llegan Charo y Carmen , lo cual me alegra mucho pues pensaba que no volvería a verlas. Estoy un poco molesto porque tengo una pequeña rozadura en la zona noble baja de la espalda (lógico después de estar mucho tiempo sin montar intensivamente en la bici) que me tiene un poco asustado pues no quiero de ningún modo que vaya a más, ya que es sumamente incomodo.


Recogiendo y organizando mis cosas en el albergue (tarea nada fácil y que iré perfeccionando a lo largo de los días por mi propio bien) conozco a 2 prejubilados del BBVA muy majos los dos, uno es de León y el otro es de Galapagar un pueblo de Madrid, enseguida entablo charla con ambos y conectamos bien además de que me atrae ver una guía que lleva uno de ellos, es completísima se la ha hecho el con todo lujo de detalles con información obtenida de Internet, es interesante lo que se puede llegar a hacer teniendo mucho tiempo libre.
Más tarde decido darme una vuelta por Zizur Menor, es una localidad que no tiene mucho que ver, ya que se aprecia rápidamente que es una ciudad dormitorio o barrio residencial o como se quiera llamar de Pamplona, solo tiene una pequeña iglesia que además se encuentra cerrada, en estas estoy cuando veo a Charo y Carmen, nos vamos juntos a dar una vuelta por Zizur (parece mentira que después de llevar todo el día andando todavía tengan ganas de dar vueltas por aquí, todavía yo que he venido en bici) y nos tomamos una cerveza en una sidrería cercana. A las ocho de la tarde estamos haciendo cola para cenar, cenamos estupendamente y luego en la sobremesa hablamos de todo un poco, me cuentan que Charo es médico y trabaja en el hospital de Jaca, ha preferido la tranquilidad de una ciudad pequeña al agobio de vivir en Zaragoza y Carmen es enfermera en el centro de salud de Echo, se nos hace tan larga la sobremesa que casi tenemos que correr para que no nos cierren el albergue.
Llegamos al albergue y nos despedimos, como tengo todo preparado en 10 minutos estoy dentro del saco, el cuerpo lo va pidiendo ya, que llevo desde las 5 de la mañana levantado y eso comienza a notarse.



Día 2. Domingo 25 de Abril de 2004 Zizur Menor - Viana 83,5 kms.



Esto de los tapones en los oídos es un invento maravilloso, gracias a ellos he dormido del tirón hasta eso de las 5,30 que se comenzaron a levantar los peregrinos, sobre todos los extranjeros que les gusta o están mas acostumbrados a madrugar. Yo me hago el remolón en el saco hasta que a las 6,45 decido levantarme viendo que ya han tocado diana general. Recojo todo y cargo la bici e intento desayunar un café de esos de máquina que son un excelente laxante, al final no hay y tiene que ser chocolate, pues nada chocolate caliente para lavar las tripas.
A eso de las 7,45 estoy pedaleando ya, hace fresquito a esa hora aunque el cielo esta limpio completamente y promete que hará calor, a esta hora y un domingo como es de imaginar no hay absolutamente nadie por la calle, tomo dirección Puente la Reina pero voy a ir por carretera ya que por las notas y lo que indica la guía que llevo, la subida al puerto del Perdón por el camino no es nada recomendable hacerlo en bici con alforjas, además quiero recuperar algún km. de los que no hice ayer, ya en la N-111 paro en una gasolinera para comprar un zumo o algo de desayuno, así lo hago para coger fuerzas que me van a hacer falta, la subida no es excesivamente dura, cuesta ya que hay rampas del 7% pero por la mañana y con pocos kms. en las piernas se hace bien. Después de una buena subida viene un rápido descenso hasta Puente la Reina que hace que sin darme cuenta me encuentre con la bici a 65 km./h aquello corre que da miedo, en un momento me planto en Puente la Reina.
Paro a desayunar en una especie de bar-cafeteria-panaderia-pasteleria que veo a la salida y me meto entre pecho y espalda un bocata de tortilla de gambas con pan recién hecho que me levanta el espíritu. Tras el gran desayuno al irme me encuentro con una pareja de franceses cercanos a los 70 años que van en bici a Santiago los cuales quieren llamar por teléfono a su casa y cosa rara hoy día ¡¡ no tienen móvil !! (quizá para algunas personas esto sea de lo más normal pero a mi se me hace extraño ya que hoy por lo menos donde yo vivo y en mi entorno social es raro saber de alguien que no lo tenga) andan buscando cambio y ayuda para poder llamar a su país, mas adelante coincidiré con ellos algún día. Para salir de Puente la Reina me meto por la parte antigua para así poder atravesar su puente que le da nombre, y al ir circulando por la calle Mayor de esta ciudad se me viene a la cabeza pensar la cantidad de peregrinos que habrán desfilado por allí durante siglos, sería interesante poder interrogar a estas piedras para que nos contaran parte o todo lo que han visto.


Cruzo el puente, me hago las fotografías de rigor y tiro dirección Estella, la salida de Puente la Reina es todo cuesta arriba, pero posteriormente hasta llegar a Estella la carretera es un rompepiernas total, sube baja constante, además de que con las obras de la futura autovía esta todo lleno de barro y arena, ¡¡ horroroso!!. Como voy harto de una carretera tan mala, decido arriesgarme y salirme de la misma para aventurarme en el camino a ver si hay más suerte que en los intentos anteriores, así que un poco antes de Lorca me aventuro y como no podía ser de otra forma el camino es un pedregal absoluto que para las cabras es difícil de usar , así que después de andar un buen rato porque es imposible ir en bici por ahí, me tengo que volver de nuevo a la carretera.
Por fin llego a Estella, es un pueblo muy bonito, pena que no tenga tiempo de pararme a visitarlo como se merece pero la impresión que me causa es muy grata. Continuo y como es obligatorio paro en el monasterio de Irache a hacerme una foto y probar su vino en la fuente que da agua y vino, es un clarete que se deja beber aunque a estas horas y con calor no apetece mucho, al llegar a Los Arcos estoy ya cansado y con ganas de comer, me paro en un bar y me como un bocadillo de lomo, como hace mucho calor decido irme un rato al albergue de esta localidad a descansar un poco, así lo hago y cuando estoy allí sentado a la sombra veo una escena cuanto menos curiosa, un coche llega despacio al albergue, para un momento mira y continua la calle abajo, lleva 2 mochilas en los asientos traseros, por curiosidad me acerco como quien no quiere hacia donde ha aparcado el coche y veo a una pareja que sale de él, se ponen sus mochilas y se dirigen al albergue a pedir alojamiento, así da gusto peregrinar.
Salgo de Los Arcos por un estupendo camino, da gusto, después de las experiencias anteriores esto es una maravilla, además voy solo, adelanto a un par de peregrinos, el sol a estas horas (las 16 aproximadamente) es de justicia, aunque me pongo protección solar voy notando como se me están quemando los brazos y ponerse el maillot de manga larga de color negro que llevo pues como que no apetece mucho en estos momentos, así que pasado Torres del Río decido que tengo que llegar rápido a Viana ya que mis brazos están tomando una tonalidad rosa encarnado muy preocupante. Entre Sansol y Viana la carretera es un rompepiernas constantes subidas y bajadas lo cual aderezado con el calor que hace está acabando con mi moral, se me hace interminable este tramo y para rematar al llegar a Viana la entrada en el mismo es una rampa de plato pequeño y piñón grande, lo ideal para rematar la etapa. Voy al albergue y no hay problema de sitio, eso sí por un momento pienso si no me he teletransportado a algún Lander de la República Federal Alemana, soy el único español en una habitación de 16, es más cuando posteriormente echo un ojo al libro de registro que hay en la entrada veo que de 67 alojados que estamos hoy solo 3 somos españoles.Después de instalarme, decido hacer la colada aprovechando que hace sol y un poco de aire lo cual ayudará a secar la ropa, así lo hago tiendo mi ropa en un bonito parque al lado de la alberguería de Andrés Muñoz que así se llama el sitio donde estoy instalado y al volver al albergue escucho una conversación entre la responsable del albergue y una vecina cercana al mismo, la cual se queja de que los peregrinos tienden la colada en las rejas de su casa con la falta de estética que provoca esto, en el fondo la entiendo a la señora pero para mis adentros también pienso que debe de entender que los peregrinos buscan única y exclusivamente poder secar sus ropas sin pararse a mirar si eso es estético o no. Estando en la entrada del albergue llega un peregrino vestido con el típico traje de peregrino medieval, esto es la esclavina con sombrero y vieira pegada en el mismo, además de bordón con calabaza a modo de cantimplora, cuando saca su credencial la chica de la recepción nos la enseña a los que allí estamos pues este hombre viene andando desde Hamburgo, lleva 9 semanas de peregrinación y por lo menos le quedan otras 3 o 4 para llegar a Santiago, a los allí presentes nos causa admiración.Como no tengo nadie con quién hablar, hago tiempo por Viana como puedo, paseo por sus calles, por cierto preciosas y con una cantidad de monumentos escondidos en cualquier rincón que debe de ser un fetiche para cualquier entendido en arte, al final me voy a cenar al bar El Pitu, sin quererlo me pongo en una mesa que está excelentemente ubicada para poder ver el partido R. Madrid - Barça mientras me ceno un menú de peregrino excelente regado con un vino maravilloso, de hecho si no hubiera sido porque voy en bici y con alforjas le habría dicho al del bar que si vendía una caja de ese excelente vino de cosecha, se nota que estamos en zona vinícola.
Como el partido no pinta muy bien para mi equipo decido irme a dormir además de que el cansancio acucia, con lo cual me voy al albergue a eso de las 21,30 y cual es mi sorpresa cuando al llegar veo que están todos durmiendo, algunos ya hasta roncan, no me extraña que luego se levanten tan temprano.



Día 3. Lunes 26 de Abril de 2004 Viana - Sto. Domingo de la Calzada 63 kms.








He dormido bien, pero a eso de las 4,30 me han despertado algunos peregrinos que comenzaban entonces a caminar ¿pero donde van a estas horas? puedo entender que en verano con el agobiante calor que hay en determinadas zonas de la meseta castellana caminar en la madrugada sea un placer, pero a finales de abril y a esas horas que todavía hace bastante frío no puedo comprenderlo, será quizá que en su país es muy normal esto de madrugar tanto pero aquí en la piel de toro van un poco desfasados. Al final consigo aguantar en la cama hasta las 6, hora en la cual pego un salto de la litera (literal ya que al caer me hago daño en una rodilla) y a preparar y recoger las cosas. Consigo tomarme un cutrechocolate en una máquina que hay en la planta baja del albergue para entonar el cuerpo a estas horas de la mañana (encima lunes).
Después de recoger y colocar todo en la bici además de hacer las fotos de rigor, a las 7 de la mañana ya estoy saliendo de las bonitas calles de Viana, decido seguir el camino para probar a ver si va mejorando, a la salida de Viana me equivoco y me paso una flecha un operario de la limpieza me indica que no voy por el camino correcto que debo de retroceder unos metros, (que diferencia) dándole las gracias y avisando yo a otros peregrinos que habían cometido el mismo error me meto en el camino. Al principio es excelente con tramos de asfalto o de grava en buen estado, pero llegando a una vaguada aquello que parecía tan bonito no podía durar mucho tiempo, uno o varios tractores han pasado por el camino estando este embarrado y lo han dejado en un estado mas que lamentable, otra vez toca bajarse de la bici y como puedo sortear aquel campo de batalla, si con tiempo seco esta así de mal no quiero ni imaginarme lo que será esto en un día de lluvia.En poco tiempo alcanzo Logroño, sus gentes se están levantando y marchan a trabajar (se les nota en las caras) después de hacer fotografías con la bonita luz del amanecer por la parte vieja de la ciudad, buscar un cajero y darle un susto, llego a una avenida señalizada por el camino y en un bar que tiene un cartel que pone "Especialidad en desayunos" decido pararme ya que a estas alturas todavía no he ingerido nada aparte del cutrechocolate del albergue. Desayuno como un campeón, zumo de naranja King-Size, gran café con leche y tostada a escala con lo anterior. Una vez saciada el hambre, continuo hacia la salida de Logroño, como tengo anotado en la guía que la salida de Logroño por el camino es muy mala me meto por la carretera ¡¡¡ en que hora se me ocurrió !!! me meto por una especie de autovía de circunvalación que rodea la ciudad y os podéis imaginar el tráfico y las condiciones que presentaba un lunes a las 8,30 de la mañana, un tráfico muy denso, muchos camiones, coches que te pasan a una velocidad altísima a 1 metro escaso, aprieto los dientes para poder salir rápido de este infernal sitio, además la salida es la subida al alto de la Grajera lo cual lo complica más, y si encima era poco, en la bajada me paso el desvío a Navarrete menos mal que me da por mirar hacia atrás y veo el cartel que indica la dirección hacia donde me dirigía.

Atravieso Navarrete y en poco tiempo me planto en Nájera, ¡¡ que pueblo más bonito !!, doy una pequeña vuelta por su parte antigua, hago fotos y continuo dirección Sto. Domingo de la Calzada, la salida de Nájera es una cuesta de esas que asustan, paro un poco antes para cambiarme el culote de la bici porque llevo puesto el de invierno y ya comienza a calentar el sol (al final será el único día que lo utilice). Al cabo de un rato de camino me doy cuenta que he hecho muy bien en quitarme ropa ya que todo el trayecto hasta Sto. Domingo es en subida, no muy fuerte pero si constante con lo cual no paras de trabajar y por supuesto de sudar, justo antes de llegar a Cirueña hay una subida de esas que se recuerdan durante mucho tiempo, comienza poco a poco pero se va endureciendo cada vez mas hasta que llega un punto que tienes que meter todo el desarrollo y ponerte de pié en los pedales (justo antes de llegar a un campo de golf en construcción), posteriormente me enteré por un vecino de mis padres que se llama "La Degollada" el nombre lo dice todo. Con respecto a esta cuesta diré para los amantes del ciclismo de montaña que esto de llevar alforjas con mucho peso tiene sus ventajas ya que al ir tan cargada la rueda trasera no se te presenta el problema que ocurre muchas veces cuando subes una cuesta muy empinada y hay poco agarre, si vas sentado no mandas la suficiente fuerza a los pedales y si te pones de pié patina la rueda por falta de tracción, ahora no es el caso, como hay mucho peso en la rueda trasera te puedes poner tranquilamente de pie apoyando todo el peso en los manillares de la bici que la rueda trasera no patinará jamás, eso te da una dosis de confianza extra a la hora de afrontar una fuerte subida. Un poco antes de llegar a Sto. Domingo de la Calzada me ocurre una cosa graciosa, voy circulando por un excelente camino y veo que viene un pastor con su rebaño de ovejas, bastante numeroso, acompañado además por 3 o 4 perros, el camino es bastante ancho y lo cogen totalmente las ovejas, como es cuesta arriba aprovecho para apartarme un poco del mismo y dejar que pasen los animales, me aparto y según se acercan veo que comienzan a ensanchar el rebaño además van corriendo directamente hacia mi, yo no puedo bajarme de la bici y las ovejas vienen a toda velocidad hacia mí, llega un momento que pienso que me van a tirar pero en el último segundo cual escena digna de la mejor película americana de acción me van esquivando a la misma velocidad con la que venían hacia mí, confieso que me asusté porque pensé que me tiraban y me pateaban cual Rey León, tanto se me debió de notar que el pastor al llegar a mi altura me dijo "tranquilo que saben esquivar bien, perdónalas por haberte hecho parar la cuesta arriba", según me dijo esto me eché a reír.


Llego a Sto. Domingo sobre las 14 horas, teniendo en cuenta que no he parado ni a almorzar, que hace bastante calor y que llevo desde las 7 de la mañana en la bicicleta, decido parar a sellar y de paso preguntar en el albergue de la Cofradía del Santo si hay sitio para alojarse, pregunto y el hospitalero al verme disfrazado de ciclista no me pone muy buena cara aunque me dice que si hay sitio pero que como soy ciclista . . . , como no estoy para muchas bromas y no tengo ganas de discutir le digo que bueno, que me selle que me voy no me apetece andar rogando a nadie, no se si fue porque me lo leyó en la cara o qué, el caso es que me dice que sin problemas que pague meta la bici para adentro y me busque alojamiento, tentado estuve de decir que ahora no me quedo, pero solo hubiera sido un despecho por mi parte así que para adentro, dejo la bici, subo al albergue y me doy cuenta que he cogido la última cama disponible (y son las 14 horas) así que me ducho raudo, me aseo, me visto de persona normal y me voy a comer algo por ahí. Al salir me doy cuenta que todos los que van llegando a alojarse los van mandando a una especie de salón grande el cual está lleno de colchones en el suelo, me vuelvo a alegrar de haber llegado justo a tiempo.


Como estupendamente en un bar con menú (como no) del peregrino, además de que me ponen un rico vino para comer. No sé si será por efecto del vinillo, por el cansancio de la etapa, o porque simplemente es la hora de, el caso es que decido echarme una siestecita, incluso me meto dentro del saco ya que aunque fuera hace calor en la habitación como es una estancia grande además de que hay mucha corriente por las ventanas abiertas hace fresco. Antes de dormirme entablo conversación con unos peregrinos de a pie granadinos (5) que hacen el camino por etapas, cada año una semana, han comenzado en Logroño y quieren llegar a Castrojeriz, dos de ellos son hermanos y uno de estos antes de dormirse advierte que ronca y mucho (textual) lo cual podré comprobar luego en la siesta y posteriormente por la noche, andan liados curándose los pies, uno de ellos tiene unas ampollas que asustan. ¡¡Que gran invento este de la siesta!! me levanto estupendamente muy descansado, bajo a la parte baja del albergue y veo que la bolsa de herramientas de mi bicicleta está abierta, junto con la bolsa donde llevo una cámara y los desmontables que están debajo del sillín pero sin embargo no me falta nada, no sé exactamente que irían buscando, como al lado de mi bici hay dos mas me acerco al salón donde están el resto de peregrinos para ver si veo a los dueños de estas bicis, veo a un chico y una chica vestidos todavía de ciclistas y les pregunto si han visto algo, ella me contesta que se dio cuenta que estaba abierto todo pero que lo dejo todo como estaba (mas tarde coincidiría de nuevo con estos chicos y haríamos un par de etapas juntos).


Los granadinos se van despertando y después de charlar un rato decidimos irnos a dar una vuelta por Sto. Domingo y ver su catedral muy famosa, la visita a la catedral no defrauda en absoluto, además de poder ver a la famosa gallina que cantó después de asada, con motivo del jacobeo 2004 hay una exposición en un anexo de la catedral preciosa, hay algunas piezas dignas de admirar. Posteriormente a nuestra visita nos vamos a tomar unos vinos con los granadinos, mira que les gustan los bares a estos 5, de hecho hacen bromas constantemente referente a esto último. Comenzamos a buscar un sitio donde poder cenar ya que está todo cerrado pues hoy lunes es fiesta local aquí en La Rioja y al final después de múltiples vueltas acabamos justo en el sitio donde no teníamos que haber acabado, el Hostal del Río. No os recomiendo este sitio para nada, el dueño o encargado te sirve la comida con el cigarro en la boca, tiene empleadas a dos chicas que podrían pasar por menores de edad y la relación calidad- precio de la comida es la peor de todo lo que he probado en el camino, lo único que llama la atención de este sitio es la chica que está en la barra, una mujer con dos poderosas razones que miran al cielo (estoy completamente seguro que la tiene ahí por ese motivo). Durante la cena no paro de observar a uno de los granadinos ya que es el doble de mi primo Kiko, tiene el mismo pelo (poco), bigote, pecas etc. A las 10 de la noche cierran el albergue y nosotros llegamos a las 9,55 horas, me preparo los tapones como siempre y a dormir.

No hay comentarios: