jueves, 6 de mayo de 2004

Camino de Santiago 2004 (Etapas 4-6)

Día 4. Martes 27 de Abril de 2004 Sto. Domingo de la Calzada - Rabé de las Calzadas 95 kms.


Esta noche el concierto de ronquidos ha sido fino, hubo gente que ya por la tarde apuntaba maneras en su serenata nocturna pero han superado las expectativas ampliamente, aquí se han escuchado de todos los modelos existentes en el mercado, ni con los mejores tapones y los dedos metidos en los oídos, en fin digno de haber llamado al jurado de los Guiness para ver si se puede considerar contaminación acústica. Salgo de Sto. Domingo no sin antes haberme despedido del grupo de granadinos después de tomar un cutrechocolate en la máquina de rigor de la mayoría de los albergues deseándonos suerte mutuamente (un par de ellos yo creo que van bastante mal a pesar de que ellos se empeñen en decir que se pasa poco a poco, espero que lleguen a su destino). Tengo una sensación extraña, atravesar estas calles prácticamente desiertas da una sensación de frialdad o desasosiego, no sé difícil de expresar en palabras. Tomo un camino en buen estado hasta llegar a Belorado donde desayuno excelentemente a base de zumo de naranja, y café con unas madalenas de gran tamaño, no las había visto nunca, no son muy altas pero tienen un diámetro considerable.
Al salir de Belorado, en una de estas veces que miras hacia atrás veo que lejos me siguen 2 bicigrinos con sendas bicis, aflojo el ritmo y en poco tiempo me dan caza, después de las presentaciones de rigor todo esto sin bajarnos de la bici, decidimos continuar juntos un rato, son 2 chavales de Valladolid y Zamora, llevan poco equipaje y van ligeritos lo cual me obliga a apretar los dientes para seguirles hasta el punto que al cabo de un rato les digo que ya que el camino no está muy bien y yo llevo mas peso que ellos, voy a continuar por carretera hasta Villafranca Montes de Oca, ellos me dicen que seguirán por el camino. En poco tiempo llego a este pueblo no sin antes acordarme de la cantidad de camiones que tiene esta carretera, es terrible tanto tráfico, y para colmo antes de Villafranca Montes de Oca el camino y la carretera se unen con el peligro adicional de tener que ir adelantando peregrinos a pie que circulan por el arcén de la carretera. Por fin llego y decido comer algo antes de comenzar la subida que dicen que no es ligera, al poco tiempo de estar comiendo algo sentando al lado de una fuente llegan los bicigrinos antes aludidos, me preguntan que por donde voy a subir a lo que les contesto que por la carretera, ya que aunque hay mucho tráfico, he leído en varios sitios que la subida por el camino para las bicis es muy difícil ya que ha de hacerse casi todo a pie por las fuertes rampas. Parece que siguen mis indicaciones y deciden continuar por la carretera, al poco tiempo yo también me pongo en marcha, la subida no es tanto como imaginaba son aproximadamente unos 6 kms. de subida constante lo peor de todo sin duda el constante tráfico de camiones, con las alforjas cuesta un poco, pero una vez cogido el ritmo y quitada la ropa que sobra se sube bien.

Había leído muchas veces las soledades de estos parajes, los asaltantes de peregrinos medievales que habitaban estas montañas y después de transitar por ellas, la verdad es que aún en pleno siglo XXI circulando solo siente uno un poco de intranquilidad, ya que está completamente deshabitada esta zona, no me extraña que en otros tiempos fuera cuna de asaltos y robos si a esto le sumamos el frío del invierno no quiero imaginarme lo que puede ser hacerlo en esa época. Al final llego al cartel que me indica que he culminado la subida, me hago la foto de rigor y me meto por el camino, hay bastante barro pero como es en bajada se puede ir sorteando con facilidad a pesar de que en algún momento me veo demasiado cerca del suelo, aunque el entorno por el que se circula compensa el trabajo extra que tienes que realizar. Llegar a San Juan de Ortega es una mezcla de alegría e impresión por alcanzar este sitio, la verdad que es bastante más grande de lo que me imaginaba máxime como se encuentra aquí en medio de la nada, sin ningún pueblo cerca, paro a comerme un buen bocata porque veo que no llegaré a comer a Burgos como era mi intención en un sitio ya conocido, aprovecho para sellar la credencial en el albergue que hay anexo a la iglesia y continuo mi camino dirección Agés, la bajada por una especie de sendero entre robles y praderas es relajante, aunque comienza a hacer un viento frío de cara que molesta bastante. En poco tiempo llego a Agés y de aquí a Atapuerca, al entrar en esta localidad consulto mi guía y me dice que no se me ocurra meterme por el camino, hay una subida muy mala a lo cual hago caso, continuo había Orbaneja de Río Pico y Villafría, además de ser un camino en excelente estado es todo bajada suave, sin darte cuenta te plantas en 35 kms/h.

A este ritmo llego a la entrada de Burgos, son las 14,30 h. aproximadamente, cruzar la ciudad a estas horas con el tráfico de una gran ciudad es lo que menos apetece a un bicigrino que lleva casi 80 kms. encima, pregunto a una persona como se llega al albergue y muy amablemente me indica el camino a seguir (sigo impresionado por la ayuda que te presta cualquier persona a nada que lo solicitas, será la falta de costumbre) llego hasta el albergue que se encuentra a la salida de Burgos en un parque y justo al lado del mismo veo a los bicigrinos de antes, están comiendo tranquilamente en el parque, me cuentan que en la subida de Atapuerca lo han pasado fatal, había mucho barro y las pendientes eran muy grandes. Voy a sellar al albergue y a ver si hay alojamiento, me sellan y pregunto si hay alojamiento, me dicen que no hay problema pero no me gusta el albergue, se parece mucho al de Viana que sin querer pecar de xenófobo estaba lleno de extranjeros, con nuestras diferencias de costumbres, así que me vuelvo con estos chavales y les pregunto que es lo que piensan hacer, me dicen que van a echarse una siesta aquí en el parque y que luego continuarán hasta Boadilla del Camino, lo cual para mi es mucho ya hoy, por lo tanto les digo que me marcho que llegaré hasta donde me canse y así lo hago.
Salgo de Burgos por una estupenda pista que se va complicando poco a poco hasta que como a unos 15 kms. de Burgos llegó a Rabé de las Calzadas un pequeño pueblo que tiene albergue, paro y pregunto si hay sitio a lo cual me contestan afirmativamente, veo que ya llevo 95 kms. encima lo cual no está nada mal así que para adentro. De este albergue solo puedo decir cosas buenas, Rosa, Marisa y David son los vivos ejemplos de la hospitalidad, después de ducharme, asearme, recoger mis cosas, echarle un vistazo a mi compañera y engrasarla a conciencia, me siento a descansar en la puerta del albergue mientras charlo tranquilamente con Rosa que está lavando su coche en un pilar que hay al lado de la casa, (Foto 29) allí está David el tío mas vago que he visto en mi vida, no hace nada mira como le lavan el coche y pone pegas a todo, no entiendo que hace este tío con esta mujer. Al poco rato llega un grupo de 3 gallegos caminando y deciden quedarse a dormir, en una de las veces que entro en la casa a coger algo, me quedo leyendo el tablón de anuncios que hay en el albergue y me fijo que hay una hoja impresa del diariodegalicia.es donde hablan de 3 gallegos de Viveiro que están haciendo el camino y que diariamente mandan fotos al periódico, hacen una crónica a través del móvil para la radio, me fijo en la foto y me digo, -"esta cara me suena" al poco rato sale uno de ellos. Estos tres personajes son la alegría de la huerta, hay uno que todo lo dice o lo hace cantando el tío tiene buena voz y lo hace bien, otro no para de hablar, es el que ha trabajado en la radio y envía las crónicas al periódico y otro es el hombre cabal del grupo, una experiencia conocerlos a los tres.

Cenamos todos juntos en la cocina unas buenas sopas de ajo y espaguetis, al acabar la cena nos vamos un ratito al único bar del pueblo que abre a las 20 horas a tomar un orujo con los gallegos, en el bar hay una camarera que no me pega nada allí, es una chica bastante guapa, simpática, amable, atiende maravillosamente y encima del Real Madrid, uno de los gallegos no la quita ojo de encima. En poco tiempo decido marcharme e irme a la cama, estoy cansado y mañana toca mas bici, miro al cielo y me doy cuenta que el tiempo está cambiando, esta todo lleno de nubes con una pinta no excesivamente atractiva, esperemos que no llueva.


Día 5. Miércoles 28 de Abril de 2004 Rabé de las Calzadas - Boadilla del Camino 75 kms.


Esta noche he dormido de maravilla, no me he tenido ni que poner los tapones de oídos, en la habitación solo estabamos 2 chicas y yo, me levanto con muy buen ánimo pero este me dura poco ya que según nos dice Rosa que se ha levantado para hacernos el desayuno (que maravilla de mujer) ha llovido de narices, después de desayunar preparo todo mi equipaje, cargo la bici, me despido de Rosa no sin antes agradecerle su amabilidad y me aparece la duda de siempre máxime hoy con la lluvia ¿camino o carretera?, veo en el mapa que la carretera da una vuelta muy grande y que el camino va atajando, con lo cual decido por lo menos intentarlo, ¡¡en que hora se me ocurrió!! para hacer unos 800 metros aproximadamente tardo como una hora y media, debido al barro, que digo barro arcilla pura acumulada en las ruedas, estas se han quedado completamente bloqueadas, la bici no gira, tengo que arrastrarla intentando buscar las cunetas que tienen hierba para que por lo menos no se acumule mas barro, después de tanto esfuerzo consigo llegar al punto de partida cuando me ve Rosa, en mi cara lo lee todo pero ella lo primero que me dice es -"siéntate, descansa un poco, relájate que te preparo un café calentito y ahora lavas la bici" la verdad que dichas estas palabras así en frío puede parecer hasta cursi si quieres, pero en esa situación y esos momentos la verdad que son ayuda celestial. Después de esperar un ratito, quito todos los accesorios de la bici y tengo que meterla (literal) en el pilar para intentar ablandar algo el barro que tiene pegado por todas partes, es arcilla pura, después de un buen rato rasca que te rasca consigo que las ruedas vuelvan a girar.

Como he perdido mucho tiempo, y voy a tener que dar una gran vuelta decido tirar fuerte para además de calentarme (el día lo pide llueve ligeramente y hace frío) recuperar el tiempo perdido, me voy por la N-120 que gracias a que actualmente existe la autovía que absorbe su tráfico vas completamente solo. En un llano de estos de repente me pasa una bicicleta que lleva un buen ritmo, me fijo y veo que su piloto seguramente no cumpla los 70 años, que fuerza y que vitalidad tiene, intento seguirlo pero no puedo se nota que lleva ruedas de carretera y yo con los tacos acuso el esfuerzo (más adelante coincidiré con este ciclista inglés que lleva encima unos 1700 kms. y va a llegar a Santiago) . Después de unos cuantos kms. bastante lluvia encima y mucho frío en el cuerpo llego a una gasolinera en la que tengo que entrar para cambiarme de camiseta, debido al esfuerzo, está empapada de sudor, lo cual hace que esté completamente helado de frío. Me cambio y consigo lavar la bicicleta para quitarle el mucho barro que todavía le queda, le pregunto al gasolinero como puede hacer para llegar rápido a Hontanas y el amablemente me lo indica, dándome todo tipo de detalles de por donde voy a transitar. Enormemente agradecido por la ayuda prestada tiro dirección Hontanas por una carretera comarcal en excelente estado y completamente solitaria (en 1 hora creo que vi 1 coche pasar) de hecho me acuerdo mucho del tramo entre Villafranca Montes de Oca y San Juan de Ortega es una sensación de soledad parecida.

Me voy fijando que hay muchos carteles indicando que se disputa una etapa de la Vuelta a Castilla y León, de hecho adelanto a una máquina que va limpiando la carretera para el paso por la tarde de los profesionales. Paso por el arco de las ruinas del convento de San Antón, es un bonito lugar que en poco tiempo te lleva a Castrojeriz, dudo si quedarme a dormir en este sitio ya que aunque es un poco pronto, desde esta mañana (seguramente debido a los esfuerzos por arrastrar la bici en el barrizal) me duele bastante en la parte posterior de la rodilla derecha, me la noto un poco inflamada y tengo miedo que pueda ser una tendiditis ya que esta patología sin ser un experto en medicina es sabido que solo se cura con reposo y algún antinflamatorio, lo cual me hace tener un poco de miedo. Paro a refrescarme en Castrojeriz y coincido con el bicigrino inglés y un nuevo compañero alemán que también viene en bici desde su casa este lleva aproximadamente unos 2000 kms. encima. No esta nada mal.
Castrojeriz es un pueblo muy bonito pero yo decido que voy a intentar continuar un poco más. A la salida del pueblo veo que está montada toda la infraestructura de la vuelta a Castilla y León, pues hoy acaba la etapa allí y me veo lo último en peregrinos, una autocaravana lujosísima con una pareja y una única bici, a ratos la conduce él y ella pedalea y viceversa. Para evitar la subida a Mostelares ya que mi rodilla derecha no me lo aconseja, doy una pequeña vuelta por carretera, aunque se nota que ya vamos llegando a la ancha Castilla, las pocas subidas que hay me recuerdan el dolor de mi pierna derecha, por lo tanto decido -al llegar a Boadilla del camino y previa consulta a mi guía- intentar quedarme en el albergue "En el camino". Entro y pregunto a lo cual me contestan afirmativamente, que maravilla de albergue, las instalaciones son estupendas, maravillosas diría para un precio de 7 € , tiene un jardín cuidadísimo, las habitaciones son espaciosas, el agua de las duchas es caliente de verdad, tiene calefacción y lo mejor de todo, por poco dinero te lavan y te secan la ropa lo cual necesitaba ya que llevaba varios días sin hacer la colada. Como no tengo mucha hambre y lo que quiero es descansar, me echo una buena siesta que me sienta como siempre estupendamente. Al levantarme no se si es por los días que llevo fuera de casa, por el miedo que tengo que la pierna me pueda mandar para casa, por estar solo la mayoría de los días, por tener que conocer gente distinta todos los días o por una conjunción de estos y más factores a veces me noto un poco bajo de moral como queriendo finalizar este viaje y preguntándome a mi mismo que leches hago yo aquí, por suerte son momentos puntuales, y hasta ahora solo me ha pasado un par de veces.


Tras una tarde de los más tranquila, a las 20,00 horas estoy sentado para cenar en el albergue ya que tengo un hambre de caballo, me siento en una mesa junto con dos españoles que acabo de conocer, uno de ellos es un anticuario de Oropesa del Mar (Castellón) que hace el camino de forma diferente, se nota que tiene un buen nivel económico, se aloja en hoteles o albergues con habitaciones individuales siempre que puede, no hace mas de 20 kms. al día, comenzó en Somport hace mas de un mes, teniendo en cuenta que no lleva ni la mitad de camino y que tiene pensado llegar a Finisterre, el calcula que estará dos meses y medio fuera de casa, nos cuenta que uno de los motivos de hacer el camino es que como ya va por el tercer infarto y siempre le dan en Noviembre pero como este año no le ha dado ha sido como una especie de luz o señal para arrancarse a hacer algo de deporte como dice él, ya que el médico siempre le está diciendo que tiene que andar mucho. La otra persona es una chica de Gerona con un hablar muy dulce, educadísima que su ilusión es montar un albergue del estilo de este en el que nos encontramos como forma de ganarse la vida, entre los tres tenemos una sobremesa la mar de agradable, tanto que casi nos tienen que echar del comedor porque están cerrando desde hace un buen rato. Digno de reseñar es uno de los responsables del albergue (Eduardo) es un tío que está en todo, no se le olvida ni se le pasa un detalle, es un enamorado de Brasil y de su música ¿será por esto que hay muchos brasileñ@s alojados allí?.


Día 6. Jueves 29 de Abril de 2004 Boadilla del Camino - Sahagún 65 kms.


Esta noche he dormido magníficamente, toda la noche del tirón hasta las 6 de la mañana que han comenzado a levantarse los más madrugadores, se nota que cerca de mi sólo había mujeres, los ronquidos han bajado de intensidad, preparo mis cosas y compruebo que mi pierna derecha parece que me duele menos, además a través de las ventanas puedo ver que hace un día magnífico imagino que hará frío porque esta completamente despejado el cielo, de un azul no habitual imagino que debido al aire que sopló ayer durante toda la jornada, lo cual me anima bastante. Desayuno espléndidamente en el bar del albergue por 2 € , comienzo a cargar las cosas en la bici y mientras estoy en ello una pareja de peregrinos que hay por allí se acercan a charlar conmigo, él lleva un look a lo indio tavajara lleva el pelo largo, gorro de lana, poncho y su cara delata su procedencia sudamericana, ella tiene un acento afrancesado pero habla perfectamente español, el chico es un gran aficionado a la bici de montaña (de hecho se me parece mucho al campeón americano Tinker Juárez) sabe un montón de bicis, me cuenta que iba a hacer el camino en bici pero que recientemente un coche le atropelló y eso le ha hecho planteárselo de hacerlo a pié, es peruano reside en Bélgica y trabaja en Estados Unidos, ella es francesa pero lleva muchos años viviendo en España, nos tiramos charlando casi una hora porque es una charla entrañable que te hace sentir muy a gusto de forma que el tiempo pasa volando, me despido de ellos y comienzo a pedalear dirección Frómista.
Voy muy tranquilo para calentar bien las piernas, me doy cuenta que no me duele mucho quizá es porque la etapa de momento es completamente llana y eso ayuda, la sensación de paz y tranquilidad que se respira en esta zona a estas horas te descabala un poco, solo se oyen los trinos de los pájaros y el crujir de las piedras al pasar las ruedas de la bici, es difícil de explicar, para aderezarlo llego al canal de castilla del que, debido a la humedad de la mañana se desprende una especie de tenue neblina que hace el transitar un poco tenebroso, indescriptible. Voy adelantando a la mayoría de los peregrinos que vi ayer en el albergue y a otros que imagino se han alojado en otros albergues de Boadilla, alcanzo a la chica de Gerona y marcho un ratito a su lado sin prisas charlando amigablemente, después de un rato me despido y continuo hacia Frómista y Carrión de los Condes. Se nota que hemos entrado de lleno en la ancha Castilla, la mirada se pierde en el horizonte y solo se ve una línea recta horizontal, campos de labor verdes, carretera y andadero en excelente estado, que hacen que circular por esta zona sea magnifico. Imagino que para los peregrinos a pie circular por esta zona tiene que ser muy duro ya que estás horas enteras viendo el mismo paisaje sin tener sensación de que aquello cunde, y eso debe de minar la moral hasta del mas fuerte, si a ello le sumamos el frío en invierno o el calor en verano comienzo a entender lo que leía en muchos sitios que esta es la parte mas dura del camino.

En poco tiempo me planto en Carrión de los Condes, decido parar a tomar algo más sólido en su plaza y veo que allí se encuentra toda la infraestructura de la vuelta a Castilla y León, hoy hay una contrarreloj aquí en Carrión. Me tomo un magnifico bocadillo de tortilla en un bar de la plaza especializado en peregrinos viendo la cantidad de ellos que estamos allí alimentándonos, hago algunas fotos de la iglesia de Santiago y continuo dirección Calzadilla de la Cueza, es una recta de 18 kms. completamente plana en la que lo único que altera el paisaje es una encina que en bici estás viéndola media hora hasta que llegas a ella, andando tiene que dar la sensación de que nunca llegas. En todo este tiempo uno tiene tiempo de pensar un poco en todo máxime yendo solo, piensas en tu familia, en tus amigos, en que hago yo aquí, en tus momentos de debilidad, en tus momentos de euforia, en la soledad que te proporciona en ocasiones el camino, etc. quizá sea un mecanismo de defensa de la mente para autoprotegernos del sobreesfuerzo al que estamos sometiendo a nuestro cuerpo.
Por fin llego a Calzadilla de la Cueza, y el viento comienza a hacer acto de presencia, como no, en sentido contrario al que circulamos ¿por qué será que en la bicicleta siempre sopla el aire de cara? con el sobretrabajo añadido del aire me voy acercando a Sahagún, no quiero forzar la pierna ya que de momento se va portando de maravilla, pero este fenómeno meteorológico me hace trabajar más, poco a poco voy viendo como ese día limpio y azul que amaneció va transformándose en nubarrones que no auguran nada bueno, como así pasa un poco antes de llegar a Sahagún, me pongo el chubasquero y viendo que aquello cada vez se pone mas feo decido dar por finalizada la etapa de hoy aquí. Entro en Sahagún y en el primer albergue que encuentro el de la orden del Cluny decido preguntar si hay alojamiento, me contestan afirmativamente, dejo mi bici bien guardada y subo a las habitaciones, el sitio es precioso, las instalaciones no son las mejores pero están bien, es una gran bóveda en el interior de una iglesia la cual han forrado de madera y han dividido para hacer una sala de teatro o conciertos, poder escuchar un concierto en este entorno tiene que ser magnífico. Después de asearme me voy a un restaurante que hay justo enfrente del albergue a comer, son las 14,30 h., buena hora, así que como estupendamente un buen menú de peregrino como está mandado.

Una vez finalizada la comida decido que de momento me voy a echar una siesta que me la he ganado ya que la tarde es muy larga, al subir a las habitaciones me encuentro con la pareja que iban en bici y que conocí en el albergue de Sto. Domingo de la Calzada, son de Vitoria aunque viven en un pueblo de Burgos, se llaman Venan y Sonia, son gente muy maja, ellos acaban de llegar Venan se ha caído de la bici y lleva el brazo lleno de sangre, le ofrezco agua oxigenada que llevo encima para que se desinfecte la herida, luego charlo un rato con ellos tras asearse y sentarse a comer, hablamos de todo pero hay una cosa que me sobrecoge un poco Venan un tío de 40 años, exjugador del Alavés, un tío fuerte que destila salud por los cuatro costados, me cuenta que hace un año que ha salido de un cáncer de pulmón y hace el camino un poco como promesa por haberse curado, me impresiona la frialdad con la que lo cuenta, como se enfrentó a la enfermedad, los momentos pasados, el mentalizarse para poder morir, ufff un tío fuerte este Venan. Al cabo de un rato decido que me voy a ir a dormir un rato la siesta ya que ellos también van a hacerlo y justo cuando me voy a dormir llega el inglés de 72 años al albergue, le pregunto por su colega alemán y me dice o yo le quiero entender que el otro tenía muchas ganas de montar en bici hoy y que el no estaba por la labor así que ha decidido pararse a descansar un poco antes.
Después de una reparadora siesta, me voy a buscar un cyber para poder enviar un mail a mis amigos indicándoles que sigo vivo, pregunto a la hospitalera y amablemente me indica como llegar, de camino al cyber paso por unas pastelerías que no hacen más que tentarme para que entre, me resisto a las primeras pero llega un momento que decido darme un capricho y entro en una de ellas y no me compro un bollo, me compro 2 uno de chocolate y otro de crema, ¡¡que ricos que están!! no sé si es que el cuerpo me pide azúcar o que estoy caprichoso, el caso es que no puedo resistirme a este mundano placer. Llego a un videoclub que hace las veces de cyber y después de aguantar los gritos y saltos de unos cuantos adolescentes llenos de granos y con los pies malolientes consigo conectarme a Internet consultar el tiempo que no augura nada bueno y mandar un correo a mis amigos para indicarles que sigo vivo después de 6 días de camino. Tras finalizar mi tiempo en el cyber me voy de nuevo al albergue, está mi amigo el inglés por allí intentando descifrar el mapa de la población de Sahagún, anda un poco perdido el hombre, con mi poco inglés y su nulo español intentamos explicarnos y parece que se va medio convencido de que encontrará el convento que quiere visitar, al cabo de un rato por allí veo que Venan se ha levantado de la siesta, decidimos ir a un supermercado cercano y comprar algo para cenar para no tener que andar buscando sitio, así lo hacemos, compramos fiambre y fruta y cenamos tan ricamente mientras le damos a la húmeda con intensidad. Tras una larga sobremesa sobre las 21,30 decidimos irnos a dormir, no sin antes pedirles que si no les importa mañana me gustaría unirme a ellos, cosa a la que acceden gustosamente, seis días solo de momento ya me han valido como experiencia quiero probar que tal me va uniéndome a estos chicos, si no me gusta la experiencia con volver a irme solo todo solucionado. Sin más a las 22,30 estoy en la cama con mis tapones puestos como todos los días.

No hay comentarios: